Ya no recuerdo el día que decidimos cambiar nuestra vida,
Al principio no fue fácil y sentía cierta asfixia.
Hemos vivido en tantos lugares que casi no recuerdo de donde vengo,
Australia, Bahamas, Grecia, Costa Rica, Francia...
demasiados lugares.
Hemos tenido amigos y vecinos en cada uno de los puertos.
Hemos aprendido a prescindir de lo prescindible y a agotar al máximo cada recurso.
Y es hoy cuando el mar me devuelve a casa.
Lo he avistado hace tan solo un par de minutos.
Está prácticamente igual:
el viejo faro donde jugábamos de niños.
Y ya estoy aquí de nuevo para a pisar tierra,
por un tiempo,
porque mi hogar siempre será la mar.
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