Piensa el marinero al lanzar las redes Ganarse la vida con congrios y peces También en sus trampas se enredan sirenas Que son liberadas al dejar el puerto Y sus pensamientos dejan de ser sueños Al surcar las olas, al sentir los vientos
Nuestra vida, una cuartilla lisa en nuestro nacimiento Sin arrugas maliciosas, sin tabúes ni encomiendas Sin apenas darnos cuenta, sus pliegues se van formando Nos van haciendo a su gusto y nos van manipulando La Iglesia, la sociedad, la familia y el Estado Y cuando nos percatamos ya nos tienen arrugados
Nacen sin tierra, en las piedras Cerca del mar entre rocas Son flores casamenteras Y vuelven las almas locas Enamoran las mujeres Que se caen como moscas Y se enganchan en tus redes Ofreciéndote su boca Buscando amor y placeres También los hombres se prendan De quien lleva un ramillete Y se vuelven un juguete Son historias de mi tierra