viernes, 9 de julio de 2010

Descanso y reflexión


Me he tomado un descanso de la ruda y rigurosa labor por la que existo.

El bosque ha cambiado, su olor no es tan intenso y parece que todo ha perdido una pizca de brillo.

A mi cabeza retorna el mismo pensamiento.

Recuerdo con tristeza que hace años no era tan complicado, trabajaba llena de ilusión y me enriquecía cuidarla.

En los últimos años siento un dolor punzante en mi ser, mi pelo se ha vuelto blanco Lírio y mis alas no responden con la misma eficacia.

Ella me observa, ¿Qué pensará de mí? la estoy defraudando, se supone que debo sobrellevarlo y confiar, confiar que cambien, que se den cuenta de que ella es la base de toda nuestra existencia, pero mis esperanzan se han marchitado ya hace tiempo.

Ojalá pudiese hacer algo, pero mis grandes esfuerzos nunca podrán con la necedad de los humanos. ¿Cómo enseñar a un ciego voluntario a ver? Nunca lo verán, nunca me verán. Me siento impotente y frustrada.

Nuestra madre se muere, su aire, su olor, su color, la vida que guarece, todo se está perdiendo, no hay vuelta atrás y yo cargo mi culpa.

Me aparto de mis pensamientos, ¿Qué otra cosa puedo hacer?, debo seguir luchando.

Trabajaré duro hasta el final, mi labor es volar, es cuidar de ella, de mi madre Naturaleza.

Acrílico sobre papel.

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