Ciervo volador

Me remonto a los años de pantalón corto
Tiempos que los chavales jugaban al trompo
En los robles libaban la savia abejorros
Y con ellos también este gran coleóptero
Una joya viviente, un juguete de niños
Que con solo el ingenio pasaban las horas
Bien haciendo canelos, prensando las moras
O buscando pajitas para cazar grillos
Aprovechar las ramas que están con la poda
Ir a por unas plumas que hacemos un arco
Si encontráis un paraguas ya tenemos flechas
O con una corteza hacemos un barco

Batracio real

Gracias os doy dios de las ranas

Porque un charco me habéis dado

Y aunque he nacido en pecado

Porque mis antepasados

La mosca del bien y el mal se comieron

Me purificó la charca, del pecado original

Pero  ¿porque no nací como aquel príncipe azul?

¿Heredero de un imperio, y envuelto en paños de tul?

Él está aquí como yo por haber sido engendrado

También el nació en pecado, pero yo vivo empapado

Que me bese una princesa que deshaga el maleficio

Y antes de hacer otra cosa porque me salgo de quicio

¿Que es la música?

¿Qué es la música que desborda el alma?

Cual cascada que se estrella incontenible

Salpicando de figuras invisibles

Los sentidos

¿Qué es la música que calma  los latidos?

Amor de ébano

No es de color blanco el amor de una madre

El amor es un rio que inunda y se expande

Con caudal  de sonrisas, meandros de besos 

Sollozos de alegría y remedio de llantos

El amor de una madre no es de color blanco

Zarza

Es la vida una zarza de hirientes espinas

Nos espera sin prisa lindando el sendero

Sin quererlo te acercas, avanzas, caminas

Sentirás  en tus carnes, no existe remedio

Horizonte

Son los hijos los ojos

Son los mares serenos

Son el alma y la brisa

Son el llanto y la risa

Son los hijos los ojos

Antes ya de tenerlos

Horizontes lejanos que vemos cercanos

Y los vamos perdiendo sin soltarles la mano

Crecen sin darnos cuenta y pequeños los vemos

Son los hijos los sueños que no merecemos

Bodegón

No sentimos la tierra dentro del alma

No besamos la tierra madre de la vida

No cuidamos  la tierra, causamos su herida

Ella que nos dio todo fallece entre llamas

Ya se han vuelto venenos los ríos de ayer

Los pinares de entonces están calcinados

Las praderas que entonces me daban placer

Ya no alegran mis ojos que están apagados

Mataremos la tierra que contaminamos

Y la tierra que un día nos dio de comer

Llenara de toxinas lo que consumamos